La natación, como otros deportes, cuenta con una serie de accesorios que se deben utilizar para entrenar mejor, sentirte más cómodo o mejorar tu técnica. Te hemos compartido anteriormente los elementos indispensables para tus prácticas de natación y los que puedes utilizar dependiendo del objetivo que tengas.
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Dentro de estos elementos encontramos las aletas, que son de gran ayuda principalmente si estás comenzando con tus entrenamientos. Una de las razones para utilizarlas es que te permiten nadar con más velocidad gracias a la propulsión que generan. A continuación, te compartimos algunos de sus beneficios:
1.- Consigues mayor flexibilidad en tus tobillos: Gran parte de la propulsión que se obtiene en el agua es debido al batido de piernas, y para esto, los tobillos necesitan flexionarse lo suficiente para crear el efecto deseado. Las aletas ayudan a mejorar su flexibilidad.
2.- Tus piernas se vuelven más fuertes: Al realizar una patada bien ejecutada, la propulsión en el agua aumenta, para esto, se necesita trabajar en la fuerza de las piernas. Las aletas te ayudan a enfocarte en tus patadas y a ejercitarte de una manera correcta. Todos tus músculos involucrados en este movimiento se fortalecen y obtienes mejores resultados con el tiempo.
Es importante también fortalecer tus piernas mediante otros ejercicios en tus entrenamientos.
3.- Tu posición en el agua mejora: Si actualmente tus piernas se hunden y no logras adoptar la postura adecuada, utilizar aletas puede ser la solución. Estas aumentan la velocidad con la que te desplazas y te ayudan a mantener tu cuerpo en posición horizontal.
4.-Te brindan sensación de velocidad: Cuando tu cuerpo se acostumbra a nadar con aletas, es más fácil que recuerde los movimientos que necesita realizar, y con esto, mejoras tu nado sin ellas. Así que, cuando estés en una competencia, te ayudará a obtener los resultados deseados en cuanto a velocidad.
5.- Mejora tu capacidad cardiovascular.
Puedes integrar a tu rutina utilizarlas 2 veces por semana. Con el tiempo tu técnica mejorará. Puedes encontrar aletas largas y cortas. Las largas por lo general se utilizan para entrenamientos en aguas abiertas y las cortas para albercas. Elige las que mejor se acomoden a ti, comienza a entrenar con ellas y observa los resultados.
No olvides platicar con tu entrenador, que seguramente sabrá guiarte.